miércoles, 12 de julio de 2017

Crónicas desde Senegal ( I )

Senegal. Esas bombas de efecto retardado que debe desactivar la Comisión Nacional de la Reforma Territorial

Los diferentes actores del mundo rural, venidos de todos los rincones del Senegal, han desenmascarado las artimañas de las sociedades de explotación minera que acaparan sus tierras, y que además destruyen el medio ambiente. Para ello, han elegido la tribuna del taller nacional sobre la Reforma territorial y el acceso de las mujeres a la tierra, organizado los pasados 28 y 29 de junio en Dakar, por el Consejo Nacional de Concertación y de Cooperación de las personas Rurales (CNCR).

El taller nacional sobre la Reforma territorial y el acceso de las mujeres a la tierra, organizado los pasados 28 y 29 de junio en Dakar, por el Consejo Nacional de Concertación y de Cooperación de las personas Rurales (CNCR), ha sido un verdadero muro de las lamentaciones para los numerosos productores venidos de las diferentes regiones de Senegal. Era una ocasión para ellos de vilipendiar a las sociedades de explotación minera, que han acaparado sus tierras y destruido su medio ambiente. Los numerosos testimonios han tratado sobre la propiedad de los pastos, minera, agrícola y pesquera.

Desposeído, el Ndiael se bate y gana la primera manga

Ardo Sow coordinador del Colectivo para la preservación de los intereses de las poblaciones de Ndiaël (región de San-Luis) presenta el caso de la propiedad de los pastos. El agente de Enda Pronat ha recordado las peripecias del escándalo territorial que ha predispuesto a las poblaciones contra la decisión del Estado que ha desclasificado 26.650 hectáreas de la reserva ornitológica de Ndiaël en favor de la empresa Senhuile SA. 20.000 se conceden a la empresa y 6.650 hectáreas se reservan para el reasentamiento de los pueblos de la localidad. Esta decisión del Estado ha impactado sobre más de 9.000 habitantes de los 37 pueblos de la zona. Rechazada por Fanaye como consecuencia del drama nacido del levantamiento del 26 de octubre de 2011, la empresa se ha reinstalado con autorización del presidente Macky Sall, en 2012.

Según los términos del proyecto del Consorcio italiano, el objetivo es producir girasol para el mercado europeo, cacahuete para el mercado local, y también alimentos para el ganado. Pero no se ha hecho nada desde la instalación de la empresa que ha cortado los árboles y acondicionado la tierra sin por ello ponerla en valor. Convencidas de que es incapaz de respetar sus compromisos, las poblaciones se han involucrado en una larga lucha, pilotada por el colectivo coordinado por Ardo Sow. Al final, han obtenido la restitución de 10.000 hectáreas, por decisión del Estado. Tras la propiedad de los pastos la propiedad minera está invitada a las quejas.

Sabodala grita su dolor

El caso de Sabodala es expuesto por Sambou Danfa que recuerda que no ha habido estudios de impacto a la llegada de la sociedad minera que explotaba el oro de Kédougou. “han venido a comprar todas las tierras de los productores. Recuperan las tierras fértiles de los campesinos para asfixiarlos económicamente. Los campesinos que ya no tienen tierras no son empleados por la sociedad minera. No tienen donde cultivar y no tienen recursos. Por esto hay enormes problemas en Sabodala. Muy recientemente, ha habido incidentes en Sabodala durante los cuales las poblaciones han roto y quemado coches de la sociedad”, ha señalado el productor.

Si eso es así, la sociedad minera debe acondicionar pasillos para permitir a las poblaciones explotar la tierra y dedicarse a la extracción artesanal del oro. Pero, no hay nada de eso. Peor, está convencido de que la sociedad quiere desplazar a las poblaciones.

 “Las poblaciones ya no tienen tierras y el fin es desplazarles de Sabodala porque el pueblo y el cementerio contienen toneladas de oro. Y es lo que la población ha rechazado. Han ido dos veces a casa del gobernador de la región de Kédougou donde la sociedad había querido devolver 6.000 millones de Francos CFA, la población había rehusado”, dice.

Esta radicalización de las poblaciones, revela, es consecuencia del conocimiento de los sinsabores sufridos previamente por un pueblo situado en Faloumbou donde las casas de reasentamiento construidas sin hierro ya se estaban agrietando porque no responden a las normas de calidad. Con más de 1000 hogares que deben repartirse 6.000 millones, los 6 millones que hay que recibir por cada familia, no pueden bastar para reparar el perjuicio. Así, hay por lo menos cuatro o cinco sitios que comparten la suerte de Sabodala. Son Mako, Medina Bafé, Doutam y Kharaféna donde alguien recientemente vino para pedirles a los buscadores de oro que dejen el lugar porque la tierra le pertenecía.

“Toda la población está huyendo. Nuestros amigos malienses han vuelto. Hay enormes problemas. Y llamo la atención de la Comisión para que se pronuncie sobre los casos de las sociedades mineras en Senegal”, defiende. Sambou Danfa también ha deseado que la empresa minera “deje hacer su explotación artesanal porque las poblaciones son conscientes de que no puede contratar a todos”.

Diogo pierde sus cementerios… por la empresa australiana MDL

En la zona de Niayes, principalmente en Mboro y en Diogo, las empresas mineras como las Industrias Químicas de Senegal (ICS) y MDL amenazan la quietud de las poblaciones. Ndèye Fatou Ndao, que representa a productores y productoras de la zona declara: “lo que nos hace más daño en Diogo, en la zona de Niayes, es cuestionar el clima. El 80 % de los productos hortícolas procedentes de los Niayes provienen de la zona de Diogo. Si este potencial se pone en riesgo, habrá problemas. Sin embargo, la concesión que está cedida a la empresa australiana Mineral Deposits Limited (MDL) es de 44.500 hectáreas y se extiende sobre una longitud de 106 kilómetros y hasta 8 kilómetros de la costa. Lo que hace que estemos todos amenazados, desde Kayar a Lompoul”, explica.

Antes de proseguir: “no sabemos cuándo nos iremos. Nuestras casas están hipotecadas. La violencia se ha instalado en Diogo. Ha habido un levantamiento, padres de familia han sido encarcelados, etc. Recientemente, Diogo ha perdido sus cementerios. Están viendo dónde relocalizarlos. Lo que es muy dramático”. Es la obra de la Grande Cote Mining Concession (GCMC) donde se tratan 7.000 toneladas de arenas titaníferas por hora para producir circonio y cuarzo.

Ndèye Fatou Ndao no se ha limitado a MDL, también ha recordado el caso de las Industrias químicas de Senegal (ICS). “Las ICS se han instalado en Senegal mucho antes de las independencias. Pero, no conocen el límite de su concesión. Las poblaciones huyen en todos los casos. Ya han abandonado Mbal Diop y Mbal Ndiaye que han comenzado a explotar”, revela. Aunque estas poblaciones han sido recolocadas cerca del camino con casas muy bonitas, las compensaciones que les han aplicado no son significativas porque no pueden alimentarles más allá de un año. Sin tierras y sin campos, estas pobres poblaciones hacen frente hoy a enormes dificultades.

Las de Ngade Ngomé viven el mismo trauma, nos dice, con la agresión de las ICS que cavan justo al lado de las casas que rodean. El agua está contaminada, los árboles desarraigados y los cultivos casi imposibles. Ndèye Fatou Ndao también ha citado la instalación de centrales de energía en la zona. Una Central de energía por carbón está siendo construida dentro de ICS. El acceso al agua de estas poblaciones está amenazado, parece que utilizan un gran volumen de agua.

Tobène no está lejos y también tiene su central. A guisa de soluciones para la supervivencia de las poblaciones, ella ha propuesto el relleno y terraplenado y la restitución de las tierras ya explotadas por las ICS. También ha revelado que las empresas mineras pagan a razón de 100.000 francos Cfa por campo para prospectar el subsuelo. El mismo malestar todavía persiste en Wassadou que presenta un caso de propiedad agrícola cuya responsabilidad es imputable al Estado de Senegal.

Es estado de Senegal interpelado sobre el caso de Wassadou

La actitud del Estado de Senegal con relación al conflicto territorial que opone a las poblaciones de Wassadou a Gilbert Khayat es “irresponsable”, en opinión de los penalistas. El señor Vincent, expresándose en nombre de los productores de plátanos venidos de esta localidad, ha solicitado el arbitraje del Estado porque ya no están en situación de asegurar su subsistencia a través de la agricultura. Desde hace ya algunos años, dice, el deporte favorito de Gilbert Khayat consiste en esperar, cada año, la llegada del invierno para intimidarlos.

El Hadj Thierno Cissé, asistente del coordinador del CNCR, presenta el caso de Wassadou recordando que se trata de un conflicto sobre un título territorial anterior a las independencias. “Tan solo el sábado pasado (el 18 de junio, N. de la R.) hicimos una marcha.

Espero que las autoridades nos hayan oído. El título territorial de Sr. Khayat data de los años 30. Son más de 3000 hectáreas de las que viven 14 pueblos. Cada vez que se acerca el invierno, el Sr. Khayat viene a crearnos problemas”, informa. Para enseguida recordar que incluso ha hecho encarcelar a sus parientes Youssou Diaw, Abdoulaye Diop y Ablaye Faye en 2014 como consecuencia de un levantamiento de las poblaciones que se indignaron por la destrucción de los mangos de las mujeres por sus tractores.

Incriminamos al Estado y no al Sr. Khayat, porque es el Estado el que ha desplazado a las poblaciones del interior del Parque nacional de Niokoloba en 1972 para implantarlos sobre estas tierras sobre las que sabía que había un título territorial. 

Por tanto, el Estado es responsable de todo lo que puede pasar porque tiene la responsabilidad de resolver la situación. Estamos ante una situación imposible porque no podemos cultivar y no tenemos destino”, dice.

Los pescadores entran en el baile

Abdoulaye Samba, coordinador de La Federación Nacional de los GIE de pesca del Senegal (FENAGIE / Pesca), menciona la propiedad pesquera. En este contexto de descubrimiento de petróleo y de gas en nuestras costas, ha subrayado la amenaza que pesa sobre los explotadores de la pesca. “Cuando las exploraciones y la explotación de las plataformas van a empezar, los pescadores van a perder sus zonas de pesca. Mientras que no está seguro de que la explotación del petróleo va a repercutir entre las poblaciones”, previene. Para él, hace falta que el Estado tome la delantera para salvaguardar los intereses de los pescadores con el fin de que los senegaleses puedan continuar gozando de recursos pesqueros.

En otra medida, el boom turístico que corre peligro de acompañar la explotación petrolera va a cuestionar los intereses de las mujeres transformadoras de los productos pesqueros. Estas mujeres corren peligro de ser desplazadas de las playas en las que trabajan con su privatización. 

Tantos casos en tantas localidades dentro del país son unas bombas de efecto retardado que el Estado tiene la responsabilidad de desactivar antes de que exploten. Los productores también han interpelado a la Comisión Nacional de la Reforma Territorial (CNRF) para tomar en consideración todos estos casos de disfunciones territoriales.

Ánimo LOUISE, moi aussi recorde le musee du chemin de fer

Publicado el 14 Julio, 2016

Chérif FAYE

Fuente: Sud On Line, Senegal. Ces bombes a retardement que la CNRF doit desamorcer, publicado el 02 de julio de 2016.

Traducido para Umoya por Mª Isabel Celada Quintana.

http://umoya.org/2016/07/14/senegal-esas-bombas-de-efecto-retardado-que-debe-desactivar-la-comision-nacional-de-la-reforma-territorial/

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